Vi entre lágrimas y manuscritos crecer a mi Eva.
Las lágrimas no sólo eran suyas,
también eran mías. Yo lloré a Eva.
Hago mis plegarias, para que ella no pierda su alegría,
Su infantil mirada, su danza, su risa…
Hago mis plegarias para que ella no pierda sus sueños.
Tu vida ha sido un cuento hermoso en el que participe.
Doy gracias por eso.
Si te ayudé a volar, vos me diste aliento de vida.
Como una despedida que no es tal,
Sólo necesito que sepas
Que siempre te voy a amar, mi niña espacial.
Que no alcanza mi gratitud para con Aquél que nos cruzó
En ese caluroso, mágico, hermoso e inolvidable verano en Berenice.
Siempre lo supe: Soy sólo un ángel que solo te ayudó a crecer,
Pero ya es hora vayas a buscar lo que tantos anhelas.
Y entre lágrimas, Eva, mi amor te digo:
¡Vete, vete ya!
Y recuerda que en una isla solitaria hay alguien que nunca te olvidará.
Agustín.
Fragmento sacado de la novela: "Eva y sus amores" de Romina Secchiano.
ResponderEliminarq lindoooooooooooooooooooo!!!!!!!!!
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