Hoy te saludo fortaleza, esa que nace en mi y me rodea, me engrandece y me protege como escudo de madre.
Hoy te saludo paz, premio por tanto dolor, maestro riguroso y eficaz qué en cada lagrima me enseñó el valor de pisar el tierno
cesped, el privilegio del dulce abrazo, lo invaluable de sus ojos.
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